Viajando a visitar a mis padres cuando estaba de vacaciones, paramos como siempre en la base militar de Villagarzón Putumayo para ser requisados, entonces con mi cámara tomé la fotografía de ésta casita muy pintoresca, disparé mi cámara también a la escena de la requisa de los otros pasajeros, lo cual incomodó al militar quien enseguida se vino furioso pidiendo que le entregue mi cámara, no se la entregué, pero de todas maneras me la quitó, sacó el rollo fotográfico y lo tiró por el piso, ahí se perdió la fotografía y todas las demás que había tomado del paisaje hasta entonces.

Decidido a hacer un cuadro con aquella casita, esperé paciente el regreso para disparar mi cámara desde el bus en movimiento, fue así como luego pude pintar hasta 3 veces la misma escena.